El Espai Barça sigue acumulando retrasos. Lo que nació como el gran proyecto de modernización del FC Barcelona se ha convertido en un plan a largo plazo. Según las previsiones más realistas, las obras no estarán completamente terminadas antes de 2032.
El presidente Joan Laporta y la vicepresidenta institucional Elena Fort mantienen que el nuevo Camp Nou podría inaugurarse entre mediados y finales de 2027, cuando se coloque la esperada cubierta. Pero ese será solo el primer paso. A partir de ahí, el club deberá afrontar la segunda fase del proyecto: el nuevo Palau Blaugrana, el Petit Palau, una pista de hielo, un hotel y dos edificios de oficinas.

El nuevo Camp Nou, el corazón del proyecto
La reforma del estadio es la joya del Espai Barça. Su presupuesto se acerca a los 960 millones de euros. El nuevo Camp Nou tendrá capacidad para 104.600 espectadores y todas las gradas estarán cubiertas por primera vez.
El club promete un estadio más moderno, sostenible y cómodo: contará con 69 ascensores, 78 escaleras mecánicas, un gran boulevard y más de 3.000 plazas de aparcamiento subterráneo. Laporta calcula que el nuevo coliseo generará hasta 400 millones de euros anuales en ingresos.
La instalación de la cubierta, de 48.000 metros cuadrados, será la parte más compleja de la obra. Está prevista para el verano de 2025 y podría completarse en 2027, momento en el que el Barça volvería a su casa tras varios años en Montjuïc.
El Palau, sin fecha ni financiación clara
Una vez acabado el estadio, el club abordará el nuevo Palau Blaugrana. Tendrá capacidad para 15.000 espectadores, pero de momento no hay proyecto ni financiación cerrada. Laporta cifra el coste en 420 millones de euros y busca socios internacionales que ayuden a financiar la construcción.

El plan también incluye el Petit Palau, con entre 3.000 y 4.000 asientos, destinado a las secciones de balonmano, fútbol sala y hockey. Ambos pabellones se levantarán en los antiguos terrenos del Miniestadi.
Si el calendario no vuelve a sufrir retrasos, el nuevo Palau podría inaugurarse entre 2030 y 2032. Hasta entonces, el Espai Barça seguirá siendo un enorme desafío financiero y urbanístico. Una realidad que aleja al Barça de su sueño: ver todo el proyecto terminado antes del final de esta década.
 
     
     
     
    