Arda Güler ya no es una promesa. Es una realidad. Su partido ante la Juventus en el Bernabéu fue un auténtico recital. Toques de seda, visión de juego y carácter. El turco se echó al Real Madrid a la espalda y acabó siendo elegido MVP de la noche.
“Me siento muy bien con la victoria. Enhorabuena a todos mis compañeros. Gracias también a los fans, su apoyo se nota”, dijo tras el encuentro. Lo decía con una sonrisa, la del que sabe que está creciendo partido a partido.

Xabi Alonso apostó por él y el joven mediapunta no ha desaprovechado la oportunidad. Sin Kroos ni Modric, el técnico necesitaba un jugador que interpretara el juego desde dentro. Y ahí ha aparecido Güler. Fino, intuitivo, con ese toque que mejora cada balón que pasa por sus botas.
Un mensaje con intención
Cuando le preguntaron por su posición ideal, el turco lanzó un mensaje claro al míster: “¿Qué posición prefiero? Puedo jugar en dos posiciones: de 10 o de 8. Si quiere que marque o asista, puedo ser el 10. Pero también puedo jugar de 8, me siento cómodo”.
Una frase con sabor a recado. No por rebeldía, sino por ambición. Güler quiere ser protagonista, ya sea cerca del área o acompañando a Tchouaméni en la base del juego.

Con la lesión de hombro del inglés, Güler ganó protagonismo. Ahora, ambos se reparten la creación del Madrid. Jude, con más llegada; Arda, con más pausa y visión. Una combinación que ha hecho que el equipo fluya con naturalidad.
Relación con Mbappé y el vestuario
El turco también tuvo palabras para su relación con Kylian Mbappé: “Es muy buena, dentro y fuera del campo. Es un gran tipo”.
Humilde y sonriente, Güler reconoció que no esperaba el premio: “Me he sorprendido. No juego para eso, juego para ganar”. Y ya piensa en el Clásico: “Intentaremos ganar este fin de semana contra el Barcelona”.
Arda Güler ha llegado para quedarse. Y, de paso, para recordarle a Xabi Alonso que tiene talento de sobra… en cualquier posición.