El Real Madrid y la Superliga han decidido dar un golpe sobre la mesa. Apenas un día después de que Florentino Pérez avisara en la Asamblea, la demanda contra la UEFA ya es oficial. La cifra que reclaman no es menor: 4.500 millones de euros por daños y perjuicios. La acción se tramita a través de A22 Sports Management, que acusa a la UEFA de abusar de su posición dominante y de frenar la competencia de operadores externos como la Superliga.
La comunicación oficial de A22 lo deja claro: la demanda se presentó el 21 de noviembre de 2025, siguiendo los pasos de la Comisión de Supervisión de la Competición (MASC) y según la legislación española. La idea es exigir que la UEFA cumpla con sentencias judiciales que ya la señalaron por monopolio y abuso de poder.

Una batalla judicial con antecedentes
No es la primera vez que la UEFA recibe un tirón de orejas. En diciembre de 2023, el Tribunal de Justicia de la UE sentenció que el organismo había infringido las normas de competencia y debía abrir el mercado a competiciones externas. Además, tribunales españoles de apelación respaldaron esa decisión. Sin embargo, la UEFA siguió imponiendo nuevas reglas en 2024 que, según A22, chocan con esas resoluciones.
Por eso los clubes implicados, con el Real Madrid al frente, han decidido pasar a la acción. La cifra que reclaman se mueve entre los 4.000 y 5.000 millones, siendo finalmente 4.500 millones la cantidad que marcará la demanda oficial. Una auténtica barbaridad.
Florentino aprueba y la Superliga aprieta
Florentino Pérez dio luz verde desde el primer momento. Para el Madrid, no se trata solo de dinero: buscan un cambio real en la manera de gestionar el fútbol europeo. La UEFA, dicen, controla demasiado las competiciones transfronterizas y bloquea proyectos alternativos.

A22 y la Superliga no se esconden: quieren que la UEFA cumpla las sentencias y pague por los daños causados. Este pulso judicial promete ser largo y mediático, con el Real Madrid y otros clubes dispuestos a pelear hasta el final. Puede ser un antes y un después en el fútbol europeo, y los ojos de todos estarán puestos en cómo evoluciona esta guerra legal que podría cambiar el panorama para siempre.