Fede Valverde jugó contra el Atlético de Madrid al 65% de su capacidad, según informaciones del club. A pesar de ello, fue clave en la victoria del Real Madrid en la ida de los octavos de final de la Champions.
El uruguayo fue de los mejores sobre el campo. Su actuación en el lateral derecho fue sobresaliente. Sin embargo, llegaba muy tocado. Se perdió los tres últimos partidos tras sufrir molestias en el bíceps femoral frente a Osasuna.
Antonio Pintus, preparador físico del equipo, le confesó a Ancelotti antes del encuentro que Valverde solo estaba al 80% "siendo generosos". Pero la realidad era aún peor. No llegaba ni al 65% de su capacidad.
El esfuerzo le pasó factura. Por ello, todo apunta a que descansará ante el Rayo Vallecano este domingo. El Madrid necesita que recupere para que pueda estar lo más próximo de su 100% para el partido de vuelta en el Metropolitano.
300 partidos con el Madrid
El partido ante el Atlético también tuvo un valor especial para Valverde. Alcanzó los 300 encuentros con la camiseta blanca. Un hito que confirma su importancia en el equipo.

En el club están encantados con su entrega y profesionalidad. Quienes lo ven entrenar aseguran que es un ejemplo de sacrificio y dedicación.
Anoche, Valverde también llevó el brazalete de capitán. Con Carvajal y Modric ausentes, y Lucas Vázquez en el banquillo, le tocó asumir ese rol. La afición madridista sabe que no podía estar en mejores manos.
Contar con un jugador como Valverde es un privilegio. Se adapta a cualquier posición y siempre rinde a gran nivel. Esta temporada está siendo clave para el equipo.
Con la lesión de Carvajal, ha demostrado que puede jugar de lateral derecho con garantías. Su rendimiento en esa posición es intachable. Nadie transmite más seguridad en esa zona del campo.
Compromiso total con el club
Fede Valverde está feliz en el Real Madrid. Su contrato sigue en vigor y no piensa en otra cosa que seguir defendiendo la camiseta blanca.

Se ha adaptado perfectamente a la vida en Madrid. Su familia también está encantada. Además, a sus 26 años, está en la plenitud de su carrera.
Si todo sigue su curso, lo normal es que continúe muchos años en el club. Y el madridismo, por supuesto, lo celebrará.