Toni Kroos ha disputado su último partido en el Santiago Bernabéu. El encuentro ha sido bastante emotivo y el madridismo, como no podía ser de otra manera, le ha regalado una despedida a su altura. El germano, junto a su familia, no ha podido aguantar la emoción. No es para menos.
De este modo, el teutón demuestra que ha dejado huella en la entidad. Han sido nueve años de gran fútbol y de un comportamiento ejemplar fuera del campo. A sus 34 años ha demostrado que todavía está para seguir jugando al máximo nivel. Sin embargo, él ha dicho y defendido en todo momento que se ha querido ir en lo más alto, tal y como ha hecho.
Prueba del gran nivel de juego que ha desarrollado el '8' es que ha completado 34.000 pases con efectividad, una auténtica barbaridad. Es un jugador prácticamente único con una precisión descomunal.