El Real Madrid hizo los deberes antes del Mundial de Clubes y consiguió atar los refuerzos de Dean Huijsen, Trent Alexander-Arnold y Franco Mastantuono. El club no pudo cerrar el fichaje de Álvaro Carreras, pero el ferrolano acabó llegando después del torneo internacional. El hecho de que la operación se dilatara corresponde al Benfica.
Además, Florentino Pérez ha trabajado estos últimos días en varias renovaciones, siendo la última confirmada la de Gonzalo García. El canterano, que irrumpió precisamente en el Mundial, se ha ganado un hueco en el primer equipo y el Madrid hizo público este viernes que el delantero ha firmado un nuevo contrato hasta 2030 y será un pupilo más de Xabi Alonso para el próximo curso.
La operación para blindar a Gonzalo, que pasará de cobrar menos de 200.000 euros anuales a 1,5 millones, llega después de que el jugador de 21 años haya sorprendido de manera grata a propios y extraños. Su cláusula era una ganga (50 ‘kilos’) y varios equipos de Inglaterra e Italia, interesados en ficharle, tenían a tiro su contratación. Ahora su coste es de 1.000 millones.
Junto a la de Gonzalo, el Madrid ya ha atado las renovaciones de Thibaut Courtois, Brahim Díaz y Raúl Asencio. El cancerbero firmará por un año más (hasta 2027), mientras que el centrocampista lo hará hasta 2030, cuando su contrato actual expira en 2027. Por su parte, el central ya llegó a un acuerdo con la entidad para renovar hasta 2030.
La de Vinicius, estancada
Los pasos dados por el Real Madrid con algunos de sus jugadores -también han empezado las negociaciones con Dani Carvajal y no se descarta firmar por un año más a Antonio Rüdiger, que acaba su vínculo en 2026- contrasta con la situación que presenta Vinicius Junior. El brasileño se fue de vacaciones sin llegar a un pacto con Florentino.

Los problemas con el entorno del extremo se deben a una cuestión exclusivamente económica. Vini habría pedido hasta 30 millones de euros netos, como ha desvelado Defensa Central, pero esas cantidades no las quiere asumir el Madrid, que se ha caracterizado siempre por contener el gasto en cuanto a la masa salarial. De hecho, según consta en las cuentas del último ejercicio, el club sólo dedica un 43% de sus ingresos a pagar los emolumentos de sus futbolistas.