Que Josep Pedrerol es un tipo muy exigente con la gente que le rodea no es una sorpresa para nadie, de ahí su famosas palabras, "becarios no". Pero Ana Garcés no es ni mucho menos una becaria de ahí su enfado.
Todo ocurrió cuando le dijo que leyera los mensajes de la audiencia, para ver qué decía la gente de qué le estaba pareciendo la entrevista a Rubiales, el gran invitado de la noche y que generó mucho interés debido al Caso Negreira.
Los mensajes que esperaba Pedrerol que leyera iban en favor de este debate, sin embargo los 4 o 5 que leyó estaban como muy desfasados. Es decir, eran preguntas de la gente que ya fue respondiendo sólo Rubiales durante el transcurso del programa.
Se entiende por tanto que los habría seleccionado bastante antes y a Josep Pedrerol no le gustó nada, porque no aportaban algo nuevo, sino lo mismo de los que ya se estaba hablando en el programa entre los tertulianos y el propio Rubiales.
Pedrerol quería frescura y estaban como muy preseleccionadas y eran típicas todas las reacciones. Al final se lo tomó con humor, pero es cierto que esperaba mejor selección y de cosas diferentes que dieran otro punto de vista al que estaban dando los tertuliano y el propio Pedrerol.