El Real Madrid vuelve a mirar hacia la cantera del Barça. Y esta vez el nombre que aparece en la agenda blanca es Ebrima Tunkara. Un chico de enorme talento. Polivalente. Con una proyección muy seria. Su contrato termina en 2026 y el club azulgrana ya empieza a notar la presión de otros grandes.
En Valdebebas lo siguen desde hace meses. Gusta. Mucho. Encaja en la idea de reforzar La Fábrica con jóvenes capaces de crecer dentro del club. Y el Madrid está valorando dar un paso importante para llevárselo.
Un perfil que encaja en Valdebebas
Tunkara es un futbolista especial. Puede jugar en varias posiciones: extremo, mediapunta o incluso en el centro del campo. Tiene calidad. Ritmo. Y una lectura de juego poco habitual para su edad. Eso ha hecho que varios ojeadores del Madrid hayan insistido en su nombre una y otra vez.
No es un interés improvisado. El seguimiento viene de lejos. Y lo que ven les convence. Creen que tiene margen para convertirse en una pieza clave dentro de unos años. Por eso el club blanco estudia seriamente un movimiento.
El Barça toma nota… y se inquieta
En el Barcelona lo saben. Son conscientes de su evolución. Lo consideran una joya de la cantera. Y no quieren perderlo. Pero el contrato hasta 2026 deja una ventana abierta. Y el Madrid está intentando aprovecharla.
El club azulgrana quiere ofrecerle continuidad. Un plan estable. Y una ruta clara hacia el primer equipo. Pero también son conscientes de que la propuesta que llegue de Madrid puede seducirle: instalaciones, planificación individualizada y un camino muy definido en La Fábrica.
La historia no es nueva. Madrid y Barça llevan años compitiendo por jóvenes talentos. Lo hicieron antes y volverán a hacerlo. Ambos clubes saben que fichar bien en la base es tan importante como reforzar al primer equipo.
La posible llegada de Tunkara generaría ruido. Y debate. El Barça quiere retenerlo. El Madrid cree que puede convencerlo. Y el jugador tendrá la última palabra.
En Valdebebas ven en él una oportunidad. En Barcelona, una amenaza. Y los próximos meses serán clave. Porque si el Real Madrid decide pasar de la observación a la acción, el fichaje podría acelerarse.
El pulso entre los dos gigantes vuelve a encenderse. Esta vez, en la cantera. Y Ebrima Tunkara está justo en el centro del tablero.