Tras la anunciada salida de Toni Kroos al final de la temporada, Florentino Pérez y la directiva del Real Madrid han tomado una decisión clara sobre cómo gestionar la transición en el mediocampo.
En lugar de buscar un reemplazo externo para el veterano centrocampista alemán, el club ha optado por confiar en los talentos actuales del equipo. Esta decisión subraya la confianza del club en su cantera y en los fichajes jóvenes que ya forman parte del plantel.
Desde su llegada al Real Madrid, Camavinga ha demostrado ser un jugador versátil y prometedor. Su capacidad para jugar tanto de mediocentro defensivo como de interior le permite cubrir varias posiciones en el centro del campo.
Con la salida de Kroos, se espera que el mediocentro francés, que será titular en Wembley por la casi segura ausencia de Tchouaméni, asuma un rol más protagonista, aprovechando su energía, técnica y visión de juego para influir en el equipo.
Güler también tendrá más relevancia
A pesar de su juventud, Arda Güler ha mostrado destellos de su gran talento en los entrenamientos y partidos en los que ha tenido oportunidad de participar, marcando cinco goles en apenas 300 minutos.
Con más minutos en el campo, Güler podrá desarrollar aún más sus habilidades y convertirse en una pieza clave en el esquema del Real Madrid. La salida de Kroos abre una puerta para que Güler demuestre su valía y potencial.
Además, la renovación de Luka Modric por una temporada más también juega un papel crucial en esta estrategia. El croata, con su experiencia y liderazgo, continuará siendo un pilar en el mediocampo, ayudando en la transición y guiando a los jugadores más jóvenes. Su presencia asegura que el equipo no pierda calidad ni estabilidad en el centro del campo.
Y hay que contar con los Tchouaméni, Ceballos, Fede Valverde y Brahim, que han demostrado de sobra que tienen lo que hay que tener para ser el futuro del centro del campo madridista. Eso sí, en 2025 llegará Florian Wirtz al equipo.