El puesto de central es el que más quebraderos de cabeza está dando al Real Madrid los últimos años. La pasada campaña cayeron lesionados Militao y Alaba, de hecho el austriaco todavía no se ha recuperado y su futuro a día de hoy es incierto. Por si fuera poco, el brasileño también ha tenido problemas la presente campaña en algún partido.
Durante el verano se produjo la marcha de Nacho, y aunque tenían muy cerca el fichaje de Leny Yoro, finalmente no se pudo concretar ya que el Lille aceptó la oferta del Manchester United y Jorge Mendes presionó para que al final el defensor galo acabase en la Premier. Eso dejó a Ancelotti sin un central con el que contaba para sumar en la rotación.
Para colmo de males se estudió la opción de acudir al mercado invernal para fichar a un central. Hay que tener en cuenta que no se espera por lo pronto a Alaba y ante la lesión de Carvajal no se descarta que Militao tenga que actuar como lateral derecho en más de un encuentro, lo que puede dejar la zaga en una posición muy delicada.
El Madrid toma una decisión
A pesar de la multitud de rumores que han sonado y de los muchos nombres que se han puesto encima de la mesa como posibles refuerzos, en principio el Real Madrid no está por la labor de realizar ningún fichaje para el puesto de central, salvo que haya otro contratiempo de aquí a enero. Pero se confía en que tengan efectivos suficientes.
La recuperación de jugadores para el centro del campo como Camavinga, Ceballos o Brahim, el primero ya reapareció, puede liberar a Tchouaméni, el refuerzo que Ancelotti se inventó para la defensa y al que volverá a recurrir este curso. Por lo tanto, Militao y Rüdiger seguirán siendo la pareja titular a no ser que el brasileño se desplace al lateral para dar descanso a Lucas.