Algo no marcha bien con Endrick. El brasileño no logra hacerse hueco en el Real Madrid y su situación empieza a preocupar. Seis convocatorias consecutivas y ni un solo minuto. Cero oportunidades, y lo peor: su cara lo dice todo.
En Getafe, el joven delantero volvió a calentar en la banda. Esperó su momento, pero no llegó. Cuando vio que los últimos cambios eran para Brahim y Gonzalo, la frustración explotó. Pateó una botella. Un gesto de rabia que reflejó lo que muchos ya piensan: Endrick está al límite.
Sin minutos y sin confianza
Xabi Alonso sigue sin encontrarle sitio. El brasileño trabaja bien en Valdebebas, pero el técnico tiene clara su rotación ofensiva. Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Gonzalo van por delante. Endrick, por ahora, observa desde el banquillo.
El problema es que el tiempo corre y enero se acerca. En el club no contemplaban una salida, pero la situación puede cambiar. Varias entidades europeas ya han preguntado por él. Equipos que lo ven como una oportunidad de oro si el Madrid acepta una cesión.
Endrick no se rinde. Su gran objetivo sigue siendo estar en el Mundial de 2026. Lo tiene grabado en la cabeza. Sabe que, sin minutos, no hay Seleçao. Su último gol con Brasil fue el 9 de junio de 2024 ante México. Desde entonces, nada. Lesiones, banquillo y una caída en el protagonismo que empieza a pesarle.
El delantero aún conserva el cariño del madridismo. Nadie duda de su talento. Pero necesita volver a sentirse futbolista, tener ritmo, competir. Y eso, de momento, no lo encuentra en el equipo de Xabi Alonso.
Xabi baja el tono, pero el mensaje es claro
El técnico, prudente en rueda de prensa, intenta calmar las aguas. “Endrick y Gonzalo están preparados para jugar. Hay mucha competencia”, dijo. Pero la realidad es evidente: seis convocatorias, cero minutos y un horizonte cada vez más borroso.
Si nada cambia, el mercado de invierno puede ser su tabla de salvación. En Chamartín lo siguen considerando una joya, pero quizás ha llegado el momento de dejarle volar. Endrick necesita jugar. Y si el Real Madrid no puede darle ese espacio, enero podría marcar su adiós temporal… o quién sabe si definitivo.