El 8 de septiembre es una fecha muy especial para todo el madridismo. Pues hoy, además de ser el día de Extremadura y el de Asturias, hace exactamente 67 años que debutó uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del Real Madrid: José Martínez ‘Pirri’. El ceutí jugó su primer partido con la camiseta madridista en un amistoso en Reus (Tarragona) frente al Reus Deportivo, y que acabó en victoria blanca por 2-3. Además, Pirri consiguió anotar un doblete, y el otro gol fue obra de Morollón.
Pirri jugó un total de 561 partidos oficiales con el Real Madrid, lo que le coloca como el décimo futbolista con más partidos disputados en la historia del club. Además, a pesar de haber sido defensa central (aunque en varias ocasiones jugaba de mediocentro defensivo), el exfutbolista marcó 172 goles con la elástica merengue, siendo así el noveno máximo goleador histórico del Real Madrid.
También es el tercer futbolista, junto a José Antonio Camacho, Sergio Ramos, Raúl González, Iker Casillas y Marcelo, que más temporadas ha defendido la camiseta del Real Madrid (16). Pirri estuvo de 1964 a 1980 en Chamartín, por lo que pasó la gran parte de su trayectoria deportiva en el conjunto blanco. Tras su marcha del club, se fue a México para retirarse en 1982 en el Puebla.
Pirri, toda una leyenda del club
José Martínez Pirri es toda una leyenda en el Real Madrid. Fue uno de los futbolistas más importantes del club en la década de los 60 y los 70, y fue el ídolo de muchos niños y muchos jóvenes que crecieron viéndolo jugar en esos años.
En sus 16 años como futbolista del Real Madrid, Pirri conquistó un total de 15 títulos: 10 Ligas, 4 Copas de España y 1 Copa de Europa; la que fue la sexta en la historia del club y la última que se ganó en el formato antiguo. Una peculiaridad de esa Copa de Europa es que se le ganó en la final al Partizán de Belgrado, con un once exclusivamente de españoles: Araquistán; Pachín, De Felipe, Zoco, Sanchís, Pirri; Velázquez, Serena; Amancio, Grosso y Paco Gento. El encuentro acabó 2-1, con goles de Amancio y Serena, en un partido que se fue perdiendo hasta el 70.
Con el Real Madrid, Pirri tuvo un balance de 295 victorias, 142 empates y 124 derrotas. Era, como dice el himno antiguo: “Todo nervio y corazón”. El ceutí personalizaba los valores de la entrega, el sacrificio, la lucha constante, el “partirse la cara” por el equipo, haciendo también gala de una enorme calidad técnica y táctica . Además, con la selección española disputó 46 partidos, en los que marcó 16 goles. Y tuvo la oportunidad de jugar incluso los Mundiales de 1966 y 1978.