El Real Madrid ya piensa en la nueva temporada. Tras la eliminación ante el PSG en el Mundial de Clubes, Xabi Alonso volvió al trabajo este lunes 4 de agosto. Lo hizo con una plantilla cargada de talento y de dilemas.
Uno de ellos tiene nombre propio: Franco Mastantuono.
El joven argentino, que podrá incorporarse oficialmente al primer equipo el 14 de agosto —día en que cumple los 18—, está llamado a ser una de las grandes sensaciones del curso. Sin embargo, Tomás Roncero ha lanzado una advertencia clara al entrenador blanco.
“Mastantuono tiene una calidad descomunal, pero necesita tiempo”, ha comentado el periodista en ‘El Larguero’, de la Cadena SER. “Ponerle de titular desde el primer día puede pasarle factura. Es un chico de 17 años que acaba de llegar a Europa. Hay que protegerle”.
Roncero teme que una exigencia inmediata pueda frenar su progresión. “No todos son Vinícius. Si le metes presión desde el primer minuto, puede afectar a su adaptación. El Madrid no puede quemar a otra joya por las prisas”.
El periodista apuesta por un aterrizaje más pausado. “Lo ideal sería que empezara entrando poco a poco. Que juegue 20 o 30 minutos en los primeros partidos. Que entienda el sistema, que conozca a sus compañeros… y que se suelte”.
Una joya con mucha competencia
Mastantuono tendrá competencia fuerte en el centro del campo. Bellingham, Valverde, Camavinga, Tchouaméni o incluso Arda Güler parten con ventaja por experiencia.
Para Roncero, esa situación podría ser positiva si se gestiona bien. “Tiene que ver que no está todo regalado. La competencia le hará mejorar, pero deben evitar convertirlo en el salvador desde agosto”.
El argentino es el primer jugador de su país en llegar al Madrid desde Ángel Di María. La presión mediática y de la afición será alta.
“Hay que tener cabeza con él. Tiene todo para triunfar, pero no es una máquina. Es un chaval. Y por eso Xabi Alonso debe cuidarlo como a oro”, concluye Roncero.
El mensaje es claro: el talento está, pero no hay que correr. Para el tertuliano madridista, la mejor versión de Mastantuono llegará con paciencia. Y el banquillo puede ser su mejor aliado al principio.