El FC Barcelona se llevó ante el Real Madrid una final de Copa del Rey colosal. Competida, con alternativas constantes y en la que ambos equipos acabaron exhaustos.
El mejor último partido posible para un torneo tan épico como la Copa del Rey. Se la llevaron los azulgranas, pero bien pudo teñirse de blanco. Ocasiones hubo y algunas, como un contragolpe liderado por Brahim Díaz, quedaron en nada cuando la peligrosidad de la jugada invitaba a pensar en todo.

LA ACCIÓN QUE PUDO VALER UNA FINAL
Ya iniciada la segunda parte de la prórroga, cuando el encuentro todavía se encontraba en fase de ida y vuelta, Brahim Díaz dudó en la toma de decisiones. Guiaba el contraataque con los dos últimos defensores del FC Barcelona cercándole y dejando libre el sector derecho, por donde se asomaba un Arda Güler desmarcado.
El internacional marroquí no le vio o no creyó que fuera la mejor opción y en lugar de filtrar el balón continuó él y se la terminó pasando a Mbappé. La jugada hizo explotar a medios y aficionados turcos, defensores de que Brahim Díaz debía haber pasado al futbolista otomano. "¡Brahim giró a la izquierda sin pasar a Arda en esta posición!", exclamó un medio turco en sus redes sociales. "La posición donde Brahim Díaz no le cedió el balón a Arda Güler y giró a la izquierda", afirma otro.
BRAHIM DÍAZ NO TUVO SU NOCHE
El final de partido de Brahim Díaz no fue el mejor. No sólo por la toma de decisiones en algunas jugadas, sino por la falta de concentración y tensión que tuvo en el último gol del FC Barcelona.

Cierto es que un pase en horizontal por las inmediaciones del área propia siempre invita al peligro, pero el internacional marroquí se quedó parado esperando a que le llegara el envío de Luka Modric y cuando quiso reaccionar, Jules Koundé ya le había robado la cartera y batido a Thibaut Courtois para marcar el gol decisivo de la final.