El vestuario del Real Madrid desprende un ambiente familiar que ha sido clave para el gran inicio de temporada. Desde hace varias temporadas, Carlo Ancelotti ha conseguido formar un gran grupo y pocos han sido los problemas que ha tenido el italiano a la hora de gestionar la plantilla.
De hecho, el madridismo hacía tiempo que no se sentía tan identificado con sus jugadores. Incluso, hay tiempo hasta para reírse con las 'bofetadas' de Antonio Rüdiger a sus compañeros cada vez que marcan un gol. Bueno, ya no solo a la hora de festejar un tanto, el alemán se quedó a gusto con Rodrygo tras la finalización del último partido contra el Granada.
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Estos gestos humorísticos dejan claro que el primer equipo merengue es una auténtica 'piña' que van todos a una. Así pues, la parroquia de Chamartín confía en conseguir grandes logros con este grupo de jugadores.
El famoso poder de la amistad
El buen ambiente es tal, que los madridistas bromean por redes sociales con el famoso poder de la amistad. Es por ello, por lo que hay más de un tweet en el que sueñan con ganar la Champions gracias a él.
Lo mejor de todo es que veteranos y noveles, como bien dice el himno, reman todos en una misma dirección y confían en llegar a Cibeles al final de la temporada.