Parece que las cosas han cambiado. Aunque parece también, por otro lado, que Kylian Mbappé tiene el sueño intacto de jugar en el Real Madrid en los próximos años de su carrera, y que el panorama y la visión que tiene su actual club, el Paris Saint-Germain, con su presidente Nasser Al Khelaifi a la cabeza, han dado un giro que puede ser vital.
El presidente del PSG habría tomado la decisión personal de no tomar presencia en la reunión que presuntamente tuvieron el jugador y el club parisino el pasado 18 de julio, para intentar buscar una solución al culebrón que nos lleva persiguiendo desde hace ya 5 veranos, en el verano de 2018.
La decisión habría sido una medida pensada y calculada, buscando dejar clara la nueva postura que el club parisino tiene acerca de cómo gestionar el tema de Mbappé y lo que parece indicar una venta de “la tortuga”: le quiere decir a todo el mundo y que quede claro, que ahora el presidente y el club se preocupan por la prosperidad del club, nunca más del jugador.
Todo ha cambiado…
Aunque os parezca que la situación sigue siendo la misma, no es del todo así. Seguimos viviendo los madridistas de informaciones filtradas y nada oficial más allá de las declaraciones del propio futbolista y de Al Khelaifi, pero ninguna confirmación oficial de que esto esté en marcha.
Pero, por otro lado, la postura del Paris Saint-Germain jamás habría estado tan cercana a la de, ya no te digo vender al futbolista si él lo quiere, pero si de pensar y dejar que todo pase con mucha más facilidad y tranquilidad. Estamos cerca, más que antes.
Mbappé no quiere renovar
Y el PSG le dice que o renueva o se le vende. Parece claro, ¿no? ¿Qué puede salir mal? Si se queda y se marcha libre en el verano de 2024: lo he intentado un año más, pero quiero nuevos retos. Si el PSG no cede y se le vende: me voy porque el club ha querido, quería quedarme. Mbappé es el más afortunado en este momento.
