Fede Valverde ha dado que hablar en Uruguay durante el parón internacional. El jugador del Real Madrid sorprendió a todos al aparecer con la camiseta de Peñarol, el club en el que se formó antes de dar el salto a Europa.
El centrocampista aprovechó su estancia en Montevideo para asistir a un partido de los carboneros. Allí, acompañado de su familia, posó orgulloso con la camiseta aurinegra. Una imagen que rápidamente se volvió viral entre los aficionados tanto en Uruguay como en España.
Valverde, fiel a sus raíces
El propio Fede explicó lo que significa para él regresar a su casa. "Es un orgullo poder traer a mis hijos aquí y que disfruten donde crecí", aseguró. Además, reconoció entre risas el eterno debate familiar: "Soy hincha de Peñarol, intento que mis hijos también lo sean, pero mi esposa es una fanática difícil de River".
FEDE EN CASA 🏡 @fedeevalverde pic.twitter.com/9mK0waMbKq
— PEÑAROL (@OficialCAP) September 6, 2025
Sus palabras confirman la enorme conexión emocional que mantiene con el club charrúa. Lejos de ser un simple gesto, para Valverde es una forma de mantener viva su identidad y transmitirla a la siguiente generación.
El Real Madrid aplaude el gesto
En Chamartín no ven con malos ojos que el uruguayo muestre cariño por los colores que lo vieron nacer como futbolista. Muy al contrario, entienden que la misma pasión que siente por Peñarol es la que muestra cada día defendiendo al Real Madrid.
Valverde es hoy una de las piezas más importantes en el esquema de Xabi Alonso. Su despliegue físico, su llegada al área y su entrega lo han convertido en un futbolista indispensable en el centro del campo blanco.
El gesto de posar con la camiseta aurinegra refuerza su imagen de jugador comprometido y orgulloso de sus raíces. En el club lo interpretan como un detalle sincero que refleja la personalidad de Fede: un profesional que no olvida de dónde viene.
El madridismo, lejos de molestarse, lo ha celebrado. Para muchos, es un ejemplo de cómo un jugador puede ser fiel a sus orígenes sin restar un ápice de amor y entrega al club en el que juega actualmente.
Con apenas 26 años, Valverde combina dos pasiones que marcan su vida: Peñarol en Uruguay y el Real Madrid en Europa. Dos camisetas distintas, un mismo corazón futbolero.