El Real Madrid afrontaba el segundo partido de la gira de pretemporada por Estados Unidos ante el Barça. Un encuentro en el que todavía no estuvieron Mbappé, Camavinga, Bellingham o Carvajal, que se han quedado en la capital española, pero que sí contó ya con los brasileños, aunque tan solo Militao entró en el ‘11’ titular de Ancelotti.
Rodrygo no disputó ningún minuto ya que como confirmó el italiano “estaba cansado”, mientras que Vinicius entró en la segunda mitad, para disputar la última media hora de juego, y dejó claro que es la gran estrella de este equipo, a falta de que se produzca el debut de Mbappé. Y es que solo hay que ver la reacción que tuvo el MetLife Stadium cuando saltó a calentar.
Fue asomar su cabeza fuera del banquillo para empezar a realizar ejercicios de calentamiento en la banda y la ovación del estadio fue atronadora, salieron pancartas con su nombre, y la parte madridista de la hinchada empezó a corear su nombre demostrando que tenían muchas ganas de ver a Vinicius, que finalmente saltó al césped.
La diferencia con LaLiga
En Estados Unidos, Vinicius se llevó una gran ovación solo cuando saltó a calentar. Aunque había un gran número de aficionados madridistas en el estadio, no hay que olvidar que también había muchos azulgranas y que se estaba disputando lejos del Bernabéu, pero la reacción fue diametralmente opuesta a la que tiene que sufrir en LaLiga.
En varios estadios el brasileño ha tenido que vivir episodios racistas, incluso en partidos en los que el Real Madrid no jugaba también se han realizado cánticos contra él. La persecución que vive en España por suerte no la vive en otros sitios, como cuando juega como visitante en la Champions o durante la pretemporada.