El Barcelona no atraviesa por su mejor momento institucional. El deterioro en las formas y las maneras de Joan Laporta colinda, al mismo tiempo, con una situación de quiebra económica imparable y también un bajón deportivo que sitúa a Hansi Flick en una posición delicada. El equipo encadena dos derrotas consecutivas y ha cedido el liderato de la Liga al Real Madrid sólo una semana después de hacerse con él.
Pero los cambalaches del Barça no cesan ahí. Ya sabemos las maniobras que Laporta y sus séquitos han realizado en las últimas cuentas presentadas, las últimas en esta segunda etapa ante las elecciones que se celebrarán en 2026, al ‘colar’ beneficios ordinarios teniendo en cuenta resultados extraordinario, con el burdo objetivo de tratar de lavar o salvar un poco la cara a una gestión que es absolutamente suicida.
Ya se dice por ahí que los experimentos es mejor hacerlos con gaseosa, pero en la Ciudad Condal no son de esa opinión. No lo es, al menos, el Barça y su presidente, que están volviendo a demostrar la incompetencia que poseen en lo que se refiere a la plataforma audiovisual que tiene el club azulgrana, un Barça Media 360 que no sólo no despega sino que está aterrizando, sembrando el enésimo caos.
El proyecto que lidera ahora Paloma Mikadze, hija de la jefa de gabinete del propio Laporta, está sembrando su propio fracaso en tiempo récord después de que este verano fuera ‘vendido’ como la nueva salvación del Barcelona. Para resucitar esta plataforma audiovisual, el Barça necesitó de una de las varias y cuantiosas palancas financieras que le dieron alas para poder competir en los despachos, pero no fue suficiente: a pesar de ingresar 900 millones, las pérdidas han sido de 231 en los últimos cuatro años.
A la deriva y sin frenos
De acuerdo con ‘El Triangle’, Barça Media 360 ha eliminado recientemente las retransmisiones deportivas y el espacio ‘Barça Live’ y también la plataforma de ‘streaming’ global Barça One, por lo que se puede decir que el club está reestructurando el canal y las primeras consecuencias se han tornado con el despido de ochos profesionales que integraban parte de la plantilla de lo que fue en su día Barça TV, que cesó sus emisiones en el verano de 2023 con unas pérdidas anuales de 12 millones de euros.

La alternativa que buscó el Barcelona para potenciar su marca de manera directa fue de modernizar Barça Studios, habiendo eliminado Barça TV, que dejó en la calle a 80 periodistas. Pero el intento por dejar casi el 50% de la propiedad en manos de otras compañías ha caído en saco roto porque los azulgranas no han recibido aún todo el dinero que esperaban, lo que afecta a la programación de su parrilla, que va siendo cada vez más escasa.