José María Gutiérrez, más conocido como Guti, dejó una anécdota sorprendente en el programa El Chiringuito sobre su etapa en el Real Madrid bajo la dirección de Fabio Capello en la temporada 2006-07. El exjugador, que pasó 15 años en el primer equipo blanco, recordó cómo el técnico italiano era extremadamente estricto con el peso de los jugadores, algo que solo una persona se saltaba, una leyenda del fútbol mundial: Ronaldo Nazario.
“Todos los días llegábamos y estaba Capello con la hoja, y te tenías que pesar. Si te pasabas medio kilo, te lo decía personalmente”, relató Guti, quien también recordó cómo algunos compañeros de equipo sobrepasaban ese límite. Sin embargo, fue la revelación sobre Ronaldo lo que encendió el plató de El Chiringuito.
"Había uno que no se pesaba... y no voy a decir quién", dijo Guti entre risas, tratando de esquivar la pregunta de Josep Pedrerol. Pero ante la insistencia del presentador, finalmente se rindió: "Sí, Ronaldo Nazario decía que no se pesaba. Esa era la realidad. Y ya está... y no se pesaba. Capello podía decir lo que quisiera, pero él no se pesaba. Y no pasa nada."
Ronaldo era diferencial
Este detalle sobre Ronaldo refleja la influencia y el respeto que tenía dentro del vestuario, y a pesar de no seguir al pie de la letra las exigencias de Capello, su talento era incuestionable. Ronaldo, considerado por muchos como el mejor 'nueve' de la historia del fútbol, no necesitaba excusas. Su capacidad para definir frente al arco era única. Incluso si no cumplía con las exigencias físicas que el técnico imponía, su magia en el campo seguía siendo imparable.
Quite simply a phenomenon 🔥
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) September 18, 2019
🇧🇷 Happy Birthday, @Ronaldo! 🙌#UCL | #HBD pic.twitter.com/9EcVMIoTdI
Guti lo defendió con un toque de humor, pero quedó claro que Ronaldo era un fuera de serie. “No se pesaba, pero cuando tocaba el balón, no necesitaba hacerlo. Era único”, comentó. Ronaldo no solo es recordado por sus goles, sino por ser un futbolista que rompía moldes, incluso cuando no hacía caso al entrenador.