Carlo Ancelotti se encuentra al borde del abismo en el Real Madrid. Su continuidad como entrenador depende exclusivamente de los resultados en la Champions League. Florentino Pérez y José Ángel Sánchez, director general del club, solo contemplan su destitución en caso de un descalabro europeo. Si el equipo no logra avanzar en la competición, el técnico italiano será despedido inmediatamente.
El Madrid enfrenta un camino complicado para clasificarse directamente a los octavos de final. A falta de dos jornadas, contra Salzburgo y Brest, las opciones de liderar el grupo son mínimas. Si no logran evitar la ronda de dieciseisavos, el equipo podría enfrentarse a rivales de alto calibre como el Bayern Múnich o el Atlético de Madrid. Perder en esta eliminatoria sería el golpe definitivo para Ancelotti.
Solari, el elegido en caso de despido
En caso de una destitución, Santiago Solari sería el encargado de tomar las riendas del equipo hasta final de temporada. El argentino, actual director de fútbol del club, cuenta con la confianza de la directiva para manejar situaciones de urgencia. Su experiencia previa en el banquillo blanco lo coloca por delante de Raúl González, actual entrenador del Castilla.

A pesar de las críticas, Ancelotti ha superado varios momentos críticos. La contundente victoria 4-0 contra Osasuna el pasado 9 de noviembre apagó las alarmas tras dolorosas derrotas en Champions contra el Milan y en Liga contra el Barcelona (0-4). Sin embargo, los tropiezos en Liverpool y Bilbao volvieron a poner en entredicho su gestión.
El partido ante el Girona, el pasado 7 de diciembre, fue considerado una prueba definitiva. El equipo respondió con un sólido 0-3, mitigando la crisis que se ha reabierto tras la dura derrota frente al Barça en la Supercopa de España (2-5).

Todo o nada en Europa
La paciencia de la directiva tiene un límite. Florentino Pérez no tolerará otro fracaso en la Champions. La competición europea es una prioridad absoluta para el Real Madrid. Si Ancelotti no cumple, la decisión ya está tomada.
El técnico italiano afronta su última bala en el Santiago Bernabéu. Su futuro depende de evitar un desastre en Europa. La presión es máxima, y cualquier paso en falso podría ser su último como entrenador del club blanco.